25 septiembre 2015

'La novia' de Paula Ortiz se estrena por la puerta grande en el Festival de Cine de San Sebastián


La luna, la tierra, el caballo, el jinete, la sangre… Quintiliano decía que las metáforas se creaban para mover los espíritus, dar relieve a las cosas, y hacer imagen de la palabra. ‘La novia’ de Paula Ortiz toma claramente este camino y consigue las tres cosas. (...) El mayor de los logros de ‘La novia’ —que son muchos e innovadores— es el compromiso y empeño de la propia Paula Ortiz en ser fiel tanto al espíritu de Federico García Lorca como a ella misma, consiguiendo construir una obra tan rica como sugerente, leal a su propia voz como cineasta, algo que en narrativas y estéticas otorga a la cinta ritmo, tono y estilo brillante, haciendo ya de su segundo trabajo un lúcido y precioso paisaje humano (...) La representación de sus personajes no es sólo psicológica, también es sociológica. Como hiciera Patrice Chéreau con ‘La Reina Margot’, ‘Bodas de sangre’ sirve a Paula Ortiz para ayudarnos a reflexionar sobre nuestro presente, sobre la quimérica posibilidad de la reconciliación, ya sean pueblos o familias, amigos o amantes. Si Pilar Miró marcó un punto de inflexión con ‘El crimen de Cuenca’, Paula Ortiz —que recibió el premio que lleva su nombre en la Seminci de 2011— consigue otro, construyendo un nuevo escalón dialéctico con el rescate de estas ‘Bodas de sangre’, con pocas similitudes a versiones anteriores. Aunque se trata de una película inteligente y dura, de esas que invitan al espectador tanto a experimentar como a madurar, ‘La novia’ también es una cinta bella y mágica, fantástica. Reseña completa aquí

No hay comentarios:

Publicar un comentario